Cuando una amiga te cuenta que una de sus amigas recibió ácido en
la cara y que fue su padre, el agresor, lo primero que se te ocurre es
preguntar: ¿Es verdad eso? Si. Es verdad. No importa si sucede en Afganistán,
en Bulgaria o en la luna. Duele mucho y como duele.
En Argentina matan a una Mujer cada 24 horas
más o menos y la mayoría de los jueces no hace nada para evitarlo. Los policías
tienen las manos atadas por políticos que no legislan de modo apropiado y les
cortan los presupuestos y la capacidad de reacción cuando tienen que empujar
las patrullas porque se rompen o se quedan sin nafta. Se pierden Vidas por la
Corrupción política en Argentina.
Como verán estos días no tuve ganas de
escribir en el blog. Escribo poco y nada últimamente y escribo por Ustedes, Chicas. Si. Es solamente por Ustedes que yo escribo... ¿Qué podemos decir al
respecto?
Los psicólogos,
los sociólogos, los políticos pueden buscar explicaciones para
lo inexplicable. Las Mujeres seguimos siendo las víctimas. No tenemos porque
ser víctimas. Nos obligan a serlo. Estamos viviendo un momento atroz de la
historia. Las leyes y la cultura actual nos están diezmando. ¡Qué
están esperando? ¡Cuándo van a cambiar? ¡Cómo van a cuidar de sus Madres,
Hermanas, Esposas, Hijas, Sobrinas. Conciudadanas?
Lo primero que tenemos que hacer tanto
Hombres como Mujeres es Escuchar. Verán, a mis Amigas en Argentina las llamo
Hermanas. Con mis Hermanas aprendí a compartir. Como colectivo desearía que no
se enojen cuando les muestro lo que considero es un error de nuestra parte.
Muchas se enojan.
Con mis Hermanas Musulmanas encuentro un
oasis de Amor Verdadero y Lucha. Y aquí me refiero a cómo se tratan entre
Ellas. Son afectuosas. Nosotras también. Sin embrago, tenemos que aprender a
expresar el afecto que llevamos dentro. Cuando Ellas te hablan su corazón habla
con Ellas. Con ustedes aprendí que no necesito un color determinado ni un pañuelo
o un grito para Luchar.
Las chicas argentinas tenemos que aprender de
las chicas orientales. Se que no les gusta la autocritica pero es así.
Aprendamos de Nuestras Hermanas Musulmanas a escuchar y luego Respondamos las
preguntas. Ellas están luchando en soledad. No las dejemos solas. Ellas son
otras Nosotras.
Lía Olga Herrera
Soto
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