Me puse a pensar esta mañana. Hasta dónde la mirada de los demás nos influye? Somos permeables? Qué tan permeables somos? Tenemos planes predeterminados? Esos planes tienen que ver con nosotros? O son parte de lo que pensamos que deberiamos hacer y ser?
Esos planes nos hacen felices? Cómo estamos últimamente? Y si hacemos nuevos planes?
El otoño entristece a muchas personas. Si esas personas están sufriendo una crisis moral, espiritual y económica como la que azota a Argentina mejor ni pensar.
Pero yo siempre enfrento los problemas. Pienso en quienes no tienen respuestas ni fuerzas para preguntar.
Cómo van a tener respuestas cuando no pueden preguntar? En estos tiempos, cada persona puede encontrar la compañia y el afecto que necesita.
Puede sonar extraño lo que voy a decirle: Usted puede acercarse a su iglesia. Junto a su comunidad y en Paz con Nuestro Señor Jesucristo, usted encontrará esa paz que necesita.
Quién cómo Dios Nadie como Dios!!. grito el Arcangel Miguel.
Vaya de a poco a la iglesia. Escuche la misa. Si cree que no puede ir con un sacerdote y confesar se sorprendera lo rápido que tardará en cambiar de idea y verá como el Espiritu Santo guiará su corazón.
Pienselo, Dios lo bendiga.
Lía
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