En 1905,
se dio a conocer el Plan Schlieffen. Este plan preveía el avance del ejército
alemán a través de Bélgica para invadir Francia y ocupar todos los puertos
desde Dunkerque, heroicamente celebre durante la Segunda Guerra Mundial, hasta
el Havre.
Una vez
logrados estos objetivos, las fuerzas del Reich preveían virar rumbo a Paris y
destruir al ejército de Francia. Pero, para el 22 de noviembre de 1914, el
fracaso del Plan Schlieffen era evidente.
Desde
octubre de 1914, las tropas de Alemania, alentadas por el Káiser avanzaban
sobre Ypres, al noroeste de Bélgica. Su misión era cortar las comunicaciones de
los belgas y los británicos a través del Canal de la Mancha.
Sorprendiendo
a los alemanes, quiénes los habían subestimado, los británicos no huyeron. Por
lo contrario, el Cuerpo Expedicionario Británico se quedó a defender Ypres hasta las últimas consecuencias.
El
estado mayor alemán comprendió el alto costo del combate luego de tomar Ypress.
En esta batalla duró meses y murieron miles de alemanes, en su mayoría jóvenes
estudiantes con instrucción militar insuficiente.
Estos
jóvenes quedaron en la Memoria Colectiva de los Alemanes. Se llama “La Matanza
de los Inocentes” a la Batalla de Ypres en Alemania desde 1914. Lo cierto es
que miles murieron en esa batalla y millones en la Grande Guerre.
Si en algún momento no lo compendieron, las
Madres de Europa sabían desde ese momento el verdadero significado de la
palabra Guerra en la boca de un político.
Lía Olga
Herrera Soto

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