lunes, 3 de julio de 2017

Arqueología Lectora: El signo de los cuatro de Arthur Conan Doyle

Cuentan los días de los tiempos que Arthur Ignatius Conan Doyle nació el 22 de mayo de 1859 en Edimburgo, Escocia, lugar al que sus padres irlandeses habían emigrado.
Su padre estaba muy enfermo. Era un alcohólico, razón por la cual su madre se vió obligada a enviar a Arthur Ignatius lejos, a un internado jesuita en la misma Inglaterra para protegerlo. Algo terrible, ya que, Arthur no visitaba a su familia ni en Navidad ni en Vacaciones.
Una vez finalizados sus estudios en ese internado, Arthur Conan Doyle regreso a Escocia para estudiar medicina. Pero, su padre se quedó sin empleo a causa del alcoholismo. El Joven Estudiante debió trabajar muchísimo para mantener a su familia, así como también, para afrontar los costos de su educación.
Conoció al Doctor Joseph Bell en aquella época y se inspiro en él para crear a Sherlock Holmes y al querido Doctor Watson. Bell, quien contrato a Arthur por un corto periodo de tiempo como su asistente, le enseñó a observar, deducir y obtener datos de la sintomatología de los pacientes con gran eficacia.
Es en parte a este hombre que contamos con la obra “El signo de los cuatro” para nuestro disfrute personal.   En esta aventura de Sherlock Holmes el punto de partida es la existencia de un tesoro de la India; su búsqueda, las traiciones, muertes y venganzas que acarrea. . . Y no puedo contar más porque vale la pena leerlo. Un abrazo y buena lectura.

Lía Olga Herrera Soto

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