miércoles, 8 de julio de 2015

El Camino de la Libertad I


  Siempre digo que personas de 10 puntos crearon países para nosotros que somos personas de 6 o 7 puntos. 
   ¿Por qué sostengo que todos nosotros somos de 6 o de 7 puntos?  Pues bien, primeramente porque no podemos pensar en grande cuando vemos la realidad. Seamos sinceros, carecemos de la Calidad Humana de Nuestros Padres Fundadores.    
   El segundo motivo es que muchos somos ciegos al vislumbrar el futuro. Cuando salvajemente atacaron el World Trade Center sentimos un dolor y una tristeza inconmensurables, pero, pensamos que se trataba de algo lejano a nuestros países.
  Pensamos equivocadamente que era un problema de Estados Unidos y la Verdad era que se trataba de un Ataque Total a los Valores de Occidente que tanto Amamos y Compartimos.
   El tercer y más importante motivo para sostener un  pensamiento tan negativo en cuanto a la percepción de mi generación es que somos apasionadamente sordos al escuchar a los disidentes y tomamos las críticas de nuestros adversarios tan mal que nos volvemos sus enemigos sin recapacitar en que ninguno de nosotros posee la Verdad Absoluta.
  Algo pude compartir el 20 de junio sobre Belgrano y la Bandera, sobre la Logia Lautaro, de la cual eran parte Alvear y  San Martín, y sobre el camino argentino hacia la Libertad.
  Ahora quiero hablarles del momento en que la cosa se puso pesada, como decimos por acá. Al inicio de 1816 la contra revolución avanzaba por América.
 Abuela Laura, odiadora de todos los fascismos me lo contaba así; “estaban los españoles retomando la América India, destrozando a los Patriotas sin importar si eran mujeres, hombres o niños y San Martín vino a salvarnos”.
  Sería muy gracioso pensar que estuvo en Europa hasta la Segunda Guerra Mundial  si uno no recuerda como se entregó la viejita a la Causa Sanmartiniana en Cuerpo y Alma.
  Dicen los días del Tiempo que los Patriotas efectivamente estaban derrotados, o eso parecía, en Venezuela, México y Nueva Granada. Tanta sangre se había llevado el río, tantas esperanzas pisoteadas, pero, Bolívar había escapado y San Martín estaba  concentrando su tropas o el inicio de ellas en Mendoza, Argentina.
  San Martín estaba preparando un ejército para cruzar los Andes y así colaborar en la liberación de Chile y Perú. Contaba con el apoyo incondicional de O ´Higgins, lo cual en términos futbolísticos es como tener a Maradona y a Messi en el mismo equipo.
  La situación estaba “Chunga”. Por el este de la América del Sur se sumaba como amenaza el avance de los portugueses a la Banda Oriental, donde el patriota Artigas se hacía cargo de la Resistencia.
  San Martín necesitaba que se dicte la Independencia, de inmediata para poder atacar a los realistas en Chile y los de Buenos Aires, como la mayor parte de nuestra historia dormían la siesta o se hacían los osos.
  Al final tuvieron que  despertarse y convocar un Congreso en Tucumán pero eso se los explico en la próxima.

Lía Olga Herrera Soto

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