Explico esto para que entiendan una cosa. Es una previsión de mi parte pensar seriamente qué y cómo voy a publicar aunque finalmente, las cosas se escriben solas. Siento que fluyen cuando es el momento de escribirlas. Exceptuando el post dedicado a mi amada
Nargis, todos los demás post publicados en este blog fueron escritos con
anticipación al 27 de abril.
El 27 de abril me pegaron un ramazo los
trabajadores cuando podaban un árbol en la calle Sarmiento. El 5 de mayo tuve
un ataque de alergia casi inexplicable. Sin lugar a dudas la intervención del
Dr. De La Fuente me salvo la vida. El 9
de mayo Solcito, mi hermana del corazón, se sorprendió conmigo cuando me
extraje una astilla de la cara. Eso era lo que me estaba envenenando. Increíble
que una cosa tan insignificante te pueda matar!!!!
Hoy es 28 de junio de 2015, mientras escucho Moon River en la voz de Frankie deseo contarles a mis estudiantes y a mis lectores un par de cosas sobre la Toma de la Bastilla. Pero, para que todos me entiendan tengo que ir un poco más lejos, mucho antes de ese día de los tiempos que fue el 14 de julio de 1789.
Poco antes de la Revolución, Francia estaba en bancarrota porque había ayudado a los Estados Unidos durante su heroica lucha contra la Monarquía Inglesa. En el país galo la sociedad se dividían en tres estamentos: la Nobleza, el Clero y el Tercer Estado.
En esos tiempos reinaba Luis XVI, tal como lo hicieran sus ancestros, nombrando nobles aliados para que ocuparan cargos públicos. Luego, los eximia de impuestos que pagaba el Tercer Estado.
Por su parte, el Clero estaba conformado por
los miembros de la Iglesia Católica. Los obispos y cardenales eran parte del
alto clero y los curas parroquiales conformaban el bajo clero.
En el Tercer estado uno podía ver que el
noventa por ciento era conformado por
comerciantes, banqueros, artesanos y profesores. Luego, estaban los salariados,
parte de ellos pertenecía al servicio doméstico o eran artesanos contratados y
mendigos de París.
Como la Revolución Industrial sucedió en Inglaterra y no en Francia no van a encontrar ustedes obreros en Francia en aquellos días, para poder hablar de la existencia del proletariado urbano como tal faltaban un par de años.
En su lugar encontramos a los Campesinos,
los verdaderamente desposeídos, esquilmados y humillados por aquella Monarquía.
Murieron de hambre por miles debido a las malas cosechas y el aumento del
precio del pan en 1789.
No solo de pan vive el hombre. La Ilustración
a través de sus pensadores debilitó al antiguo régimen. Al cuestionar el origen
divino de los reyes, la Monarquía Absoluta perdió así su sustento primordial.
Cuando Luis XVI convocó a los Estados Generales cada grupo quería llevar agua para su molino. El monarca abrió la Caja de Pandora y en términos argentinos “se pudrió todo”.
Lía
Olga Herrera Soto
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