miércoles, 8 de abril de 2015

El Amor y otras Soledades IX

Sentí los celos más fuertes
que un millón de serpientes
que tu cuello apretaban.
Alrededor de mi cuerpo,
por la espalda, se trepaban.

Y aunque yo no lo quise,
lo notaste en mi mirada:
-¿Debo explicarte,
Amor mío, cuánto apretaban?
Lía Olga Herrera Soto

No hay comentarios.:

Publicar un comentario