viernes, 10 de abril de 2015

El Amor y otras Soledades XI

Golondrina era y herida iba,
sin fuerzas ya, agotada.

Llevaba en el pecho una espina,
dolor eterno en su alma.

De la espina ensangrentada,
escapaba sagrado nombre.

Era el objeto de su amor,
quién murió al alba.
Lía Olga Herrera Soto

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