Libro poderoso. Esta obra de David Grossman, considerado el escritor más importante de la literatura israelí, nacido en Jerusalén en 1954.
Mi ejemplar cuenta con 807 páginas y tardé dos meses en
leerlo. Me impliqué mucho emocionalmente con el texto. Me sucedió algo muy
parecido a la vez que leí Paula de Isabel Allende. Grossman es un excelente
escritor. Entre sus obras cabe destacar:
Véase: amor, Llévame contigo y Tú serás mi cuchillo.
Este libro de Grossman no es para cualquiera. Si es usted
muy sensible no lo lea de golpe. en el libro es la Madre, quién huye para no saber que su hijo ha muerto, como si en este acto pudiese revivirlo.
Lea despacio y si nota que lo afecta mucho en
lo personal rece por la familia Grossman y continúe con su vida, tratando de
ayudar tanto a propios como a entenados.
“Empecé a escribir
esta novela en mayo de 2003 – Explicó Grossman – Seis meses antes de que mi
hijo Uri se enrolara en el ejército. Él lo sabía todo del libro… Por aquel
entonces yo tenía la sensación de que, escribiendo, de alguna manera salvaba a
mi hijo de la muerte”.
Su hijo Uri murió el 12 de agosto de 2006, poco antes de
finalizar la Segunda Guerra del Líbano. Fue allí, en el sur del Líbano que, Uri
y sus compañeros de la dotación de tanque: Bnayah Rein, Adam Goren y Alex
Bonimovitch murieron al ser alcanzados por un misil. Iban en una misión de
rescate de otros soldados cuyo tanque
también había sido alcanzado.
Mi motivo para dedicarles este post es que cuando yo iba por
la calle de Marcos Paz, llevando este libro en mis manos me gritaron “perra
judía”. En el pasado mi apoyo a Israel hizo que en reuniones de historiadores
me gritaran beldades como “perra sionista” por ejemplo. Por este motivo cuando
me encontré a mi amiga P. L. se lo comenté.
Nosotras nos hicimos amigas en 2011, P. L. me dijo que era
judía en 2015. Ahora entiendo porque lo mantuvo en silencio tanto tiempo. Yo
heredé el nombre de mi Abuela Lía, quien lo heredó a su vez de su Abuela. Es
obvio que si su nombre de soltera era Lía Novo es porque la Inquisición obligó
a su familia a abandonar el Judaísmo en algún momento del Siglo XVIII o del
Siglo XIX.
Les explicó, los apellidos como Novo, Iglesias, Santa María, Ángel, De María eran los apellidos utilizados por los conversos para que no los
masacraran en la España fanáticamente cristiana.
A partir de ahí, no se porque me dijeron “perra”, porque
“perra” no soy. El marido de mi amiga, hombre cristiano, se molestó mucho, antes
los fascistas no nos molestaban por la calle.
Antes en Marcos Paz no nos molestaban por llevar tal o cual
libro en las manos. Esas “actitudes” son culpa del gobierno macrista que es
homofóbico, clasista, racista (odia por igual a judíos, musulmanes, negros y
mujeres pobres por igual) y además es reaccionario.
Repito en 20 años viviendo en Marcos Paz nunca me habían
insultado por llevar un libro en la mano. ¡¡¡Y he llevado cada libro!!! Por eso
les recomiendo este libro. Cuando más gente lo lea menos prejuicios guardaremos
en el Alma y mejores Personas seremos.
Lía Olga Herrera Soto