lunes, 28 de agosto de 2017

La importancia del cuidado de la naturaleza en palabras de Domingo Faustino Sarmiento


Sarmiento en su obra Ambas Américas, en sus días de embajador en New York, escribió “La pampa es pobre de dotes naturales”. Veía la cría de ganado cimarrón como fuente de riqueza, cuna de barbarie y traba al progreso científico.
El futuro presidente de los argentinos veía en aquella llanura sin árboles un territorio abandonado a su suerte que debía ser alcanzado por la agricultura, la industrialización y el trabajo.
Aunque se pensará a estos requisitos incompatibles,  Sarmiento sostenía que eran necesarios para la Grandeza de la Patria.
Afirmaba Sarmiento: “tenemos nosotros que continuar la obra de la creación cubriendo de árboles y de simiente ese pedazo de tierra que quedó a medio hacer”.*
Veía Sarmiento en el Siglo XIX la inequidad y sostenía que: “Las generaciones presentes no tienen un palmo de terreno donde pararse, pues sus propietarios las adquirieron hace un siglo por distribuciones gratuitas”.
Marcos Paz fue destruido por la fuerza de un ciclón en el siglo XX. Comenzó a levantarse de sus cenizas. No solo reconstruyo su infraestructura edilicia. La conservación de la naturaleza, iniciada a finales del siglo XIX por los maestros Francisco Jáuregui y Ramón Melgar, fue continuada y se constituyó en el primer paso de Marcos Paz para ponerse nuevamente de pie.
En cada maceta improvisada, en cada arbolito replantado, en cada jardín por humilde, pequeño o descuidado que sea, el Pueblo de Marcos Paz se juega su futuro por una Vida Mejor, más Sana y más Digna.
Sarmiento estaría feliz. Estamos haciendo méritos para ser sus mejores alumnos.
Lía Olga Herrera Soto

*FÈLIX, LUNA.: Domingo F. Sarmiento.1ª edición. Buenos Aires: Planeta, 2004. 160 p.


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