martes, 6 de febrero de 2018

Recordando la Tragedia de Munich

En 1968, el plantel del Manchester United regresaba a casa. Los Hombres estaban felices. 
Manchester United enfrentó al Estrella Roja de Belgrado por los cuartos de final de la Copa de Europa (la Champions League de estos tiempos). Había empatado 3-3 y clasificado para las semifinales en las que enfrentaría al Milán.
El vuelo 609 de la British European Airways, que debía depositarlos en Manchester, tenía prevista una parada en Múnich, Alemania.
Los expertos dedujeron que la Tragedia de Múnich se produjo por el mal tiempo y la pista congelada. A las 15:04, el avión falló  y no logró alcanzar la altura necesaria.
Se estrelló cerca del aeropuerto, sobre una casa en la que no había nadie. Murieron 23 personas, entre ellos varios de los integrantes de aquel equipo que ganaba con frecuencia y jugaba para el aplauso.


Bobby Charlton, el mejor futbolista inglés de todos los tiempos según la FIFA, fue uno de los 21 sobrevivientes.
Bobby Charlton vistió  la remera de los Red Devils en más de 700 partidos, marcó 249 goles y ganó cinco títulos y el Balón de Oro.
Existe  una estatua  que lo evoca en uno de los accesos al estadio. Allí está,  junto a George Best y Denis Law, otros dos genios del  United.

Charlton, Best y Law son conocidos como: The United Trinity. Los periodistas de Clarín sostienen que Charlton se conmueve cada vez que pasa  y observa el reloj que marca como tributo el 6 de febrero de 1958. No tengo ninguna duda al respecto.
Ese día Bobby Charlton nació nuevamente. . .  y una parte de nuestras Almas se quedó en Múnich.
Lía Olga Herrera Soto


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