jueves, 5 de marzo de 2015

La caída del hombre

  La Humanidad se obsesiona con la existencia del Mal y lo sufre.  En el Génesis, el tema es evocado mediante al Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal.
  Adán y Eva fueron felices en el Paraíso mucho tiempo antes de comer la Manzana, que no era otra cosa que el fruto de dicho Árbol. Tras probar la Manzana, Adán y Eva se sintieron infelices y debieron abandonar el Edén.
  Desde el punto de vista psicológico, toda Caída, cualquiera sean sus causas y motivaciones, sin tener en consideración la Razón de la Prohibición, consiste en la toma de Conciencia de la Realidad.
  Capaces de discernir entre el Bien y el Mal, Adán y Eva se sintieron avergonzados, no por "estar desnudos" como suelen afirmar ciertos fundamentalistas religiosos de mi familia, sino porque Adán y Eva comprendieron que eran débiles e imperfectos dentro del Paraíso, que no era otra cosa que la Perfección de un Universo Ideal. En ese momento la Humanidad perdió su Inocencia y con ella la Estupidez. 
  Describir el dolor de crecer es imposible porque las palabras son insuficientes. Lo más importante, lo primordial es comprender la Caída y tratar con todos nuestros medios de convertirnos en esa "Buena Persona que soñamos ser".
   Recapacitemos...Sin el Raciocinio y la Serenidad interior el Ser Humano no podría identificar la diferencia entre el Bien y el Mal para luego, actuar en consecuencia de lo que Adán y Eva descubrieron y comparten desde el fondo de los Tiempos con Nosotros.

                                                 Lía  Olga  Herrera  Soto

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