Fluctuat
Nec Mergitur
NAVEGA
SIN SER NUNCA SUMERGIDO
El libro de esta semana es un
compendio de tres libros cuya versión fue publicada en España desde 1803 en
adelante. Son los textos de François Rene Vizconde de
Chateaubriand conocidos
como Atala, René y Las
aventuras del último Abencerraje.
Es la obra Atala de la cual quiero hablarles especialmente. El erudito P. Grases (1954) estudió la influencia de Chateaubriand en la literatura romántica hispanoamericana, señalando
que “la repercusión literaria de Atala en
Hispanoamérica es impresionante” indicando
también esas repercusiones.
En definitiva, es
una obra clave en la recepción de Chateaubriand
como autor de calidad en todo el ámbito hispano. El problema es que cuando tomo
el libro de 1908 para leerlo yo no lo sabía.
Son muchas las
oportunidades de crecimiento en mis Arqueologías lectoras. Seamos sinceros, uno
no lo sabe todo. Por otra parte, el desconocimiento de los siglos anteriores y
de la Gran Literatura Universal no es exclusivo de los jóvenes.
Para Montesinos; “Atala constituyó «sin disputa
uno de los libros de más éxito del siglo”, pieza
clave en la difusión de las ideas románticas en la Península Ibérica y en
América.
Siendo
reiterativa, a mí me gustó la tapa del libro y el prólogo del querido François
Rene en el cual cuenta su viaje a los Estados Unidos y la terrible persecución
de la cual es víctima su familia. Chateaubriand fue
marcado por su estancia en América, entre el 10 de julio y el 10 de diciembre
de 1791.
Su libro Atala recoge la idea de la religión como
fuente de sensibilidad, asociada a la naturaleza exótica, bárbara incluso, del
Nuevo Mundo y la melancolía y las pasiones.
Chateaubriand
esbozó primeramente la novela durante su estancia en Londres, cuando se
refugió durante la Revolución Francesa. Luego, lo remodeló para englobarlo en Le génie du christianisme, como ilustración del capítulo “Harmonie de la religion
chrétienne avec les scènes de la nature et les passions du cœur humain”; sin embargo, Atala fue publicada en 1801.
Atala es un relato del viejo indio Chactas, miembro de la tribu de los Natchez, a René, hombre exiliado en Luisiana, en el siglo XVIII. Chactas a los
19 años se había enamorado de una india cristiana llamada Atala. Pero la joven pertenece a una tribu enemiga de los Natchez. Aún así, debido a su cristianismo Atala salva a Chactas de una muerte segura al ser tomado prisionero.
El amor entre Atala y Chactas es imposible a pesar
de la actuación del padre Aubry, un misionero que quiere casarlos, sin embargo,
no puedo decirles más para no spolear o pinchar el globito como decimos en
Argentina.
Algo sabía Chateaubriand sobre el Amor. Sus obras se vuelven a
leer hoy, debido al auge de los matrimonios mixtos, que en el siglo XIX eran
imposibles. Claro que el matrimonio entre cristianos y musulmanes sigue siendo
penado en muchos países.
Las Mujeres siguen siendo
maltratadas y asesinadas en todo el planeta, ya sea por la Violencia machista,
por la política de extremistas y por la
opresión económica.
Me gustó mucho la obra. Tiene el sabor del Amor capaz de vencer a la
Muerte…y eso es mucho, en el siglo XIX y en la Eternidad.
Lía Olga Herrera Soto