Vizconde de Chateaubriand sirvió durante el reinado de Luis
XVIII siendo
embajador primero en Berlín (1821) y luego en Londres (1822). Una trivialidad, fue en esta época en la
cual su cocinero inventó la preparación del filete que lleva
su nombre. Una realidad, el Vizconde adoraba a Madame Récamier.
Chateaubriand llegó a ejercer el cargo de Ministro de Asuntos Exteriores (28 de diciembre de
1822 al 4 de agosto de 1824).
“Del realismo moderado había pasado a formar parte del
partido de los ultramonárquicos de cuyo periódico, Le Conservateur, fue director. No le ahorró críticas tampoco al
monarca con la publicación de Monarchie
selon la charte, en la que criticó la disolución de la Chambre
introuvable, una
cámara ultraconservadora que alentó el revanchismo sentando la base legal
del Terror Blanco y a la que tuvo que poner freno el propio
Rey”
A pesar de todo, Chateaubriand fue designado en 1822 como representante de Francia en el Congreso
de Verona, desde el cual influyó para que la “Santa Alianza jugase
la baza del restablecimiento del absolutismo en España tras el Trienio Liberal”.
La labor del Vizconde obligó al Primer Ministro, Joseph de
Villèle, a enviar a Luis
Antonio de Borbón, duque de Angulema, a España en la denominada
expedición de los Cien Mil
Hijos de San Luis, aun en contra de las posiciones de Inglaterra.
Carlos X nombró a
Chateaubriand embajador en Roma en el año 1828 pero el Vizconde renunció ante la
designación de Jules de Polignac como Primer Ministro. Además, en 1830 se negó a jurar lealtad a Luis
Felipe, dando por terminada su vida
política antes que perder sus principios.
Chateaubriand aprovechó su retiro para escribir sus Memorias de ultratumba, en francés Mémoires d'outre-tombe, publicadas a
título póstumo entre los años 1848 y 1850. Esta obra se considera su trabajo más elaborado porque
las redactó durante cuarenta años.
Vizconde de Chateaubriand murió en París en 1848. Fue enterrado en la isla de Grand-Bé, un lugar al que
sólo puede accederse a pie desde Saint-Malo cuando baja la
marea como solicitó expresamente en su testamento.
Lía Olga Herrera Soto
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