jueves, 21 de julio de 2016

Vizconde de Chateaubriand III: Su Vida Política

Vizconde de Chateaubriand sirvió durante el reinado de Luis XVIII siendo embajador primero en Berlín (1821) y luego en  Londres (1822). Una trivialidad, fue en esta época en la cual su cocinero inventó la preparación del filete que lleva su nombre. Una realidad, el Vizconde adoraba a Madame Récamier.

Chateaubriand llegó a ejercer el cargo de Ministro de Asuntos Exteriores (28 de diciembre de 1822 al 4 de agosto de 1824).
“Del realismo moderado había pasado a formar parte del partido de los ultramonárquicos de cuyo periódico, Le Conservateur, fue director. No le ahorró críticas tampoco al monarca con la publicación de Monarchie selon la charte, en la que criticó la disolución de la Chambre introuvable, una cámara ultraconservadora que alentó el revanchismo sentando la base legal del Terror Blanco y a la que tuvo que poner freno el propio Rey”
A pesar de todo, Chateaubriand fue designado en 1822 como representante de Francia en el Congreso de Verona, desde el cual influyó para que la “Santa Alianza jugase la baza del restablecimiento del absolutismo en España tras el Trienio Liberal.
La labor del Vizconde obligó al Primer MinistroJoseph de Villèle, a enviar a Luis Antonio de Borbón, duque de Angulema, a España en la denominada expedición de los Cien Mil Hijos de San Luis, aun en contra de las posiciones de Inglaterra.
Carlos X nombró a Chateaubriand embajador en Roma en el año 1828 pero el Vizconde renunció ante la designación de Jules de Polignac como Primer Ministro.  Además, en 1830 se negó a jurar lealtad a Luis Felipe, dando por terminada  su vida política antes que perder sus principios.
Chateaubriand aprovechó su retiro para escribir sus Memorias de ultratumba, en francés Mémoires d'outre-tombe, publicadas a título póstumo entre los años 1848 y 1850. Esta obra se considera su trabajo más elaborado porque las  redactó durante cuarenta años.
Vizconde de Chateaubriand murió en París en 1848.  Fue enterrado en la isla de Grand-Bé, un lugar al que sólo puede accederse a pie desde Saint-Malo cuando baja la marea como solicitó expresamente en su testamento.
Lía Olga Herrera Soto

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