Escribir es fascinante cuando la tarea se hace con Amor e Inteligencia. He tenido el Honor de entrevistar a Hernán Lanvers, el escritor que nos ha ayudado a comprender y a amar África.
Comparto con ustedes tan maravillosa experiencia. Las fotografías que se reproducen en este post son de su propiedad y agradezco que las comparta con nosotros.
¿COMO DESCRIBIRÍA A H LANVERS?
H. Lanvers es el nombre que eligió la editorial para mis libros.
Me considero alguien que escribe para entretener. Yo no soy ni siquiera, un escritor. Serlo significa algo más serio, más importante.
Yo soy alguien que escribiendo aspiro a que la gente me diga solamente:
-¡No sabes cómo me entretuve al leer tu novela! Y encima de África aprendí un montón.
¿CUANDO Y COMO SE ENAMORO DE ÁFRICA?
Mi amor por África viene de cuando era pequeño. Crecí en Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut, donde hay una colonia muy grande de descendientes africanos. Ahí todos mis amigos eran nietos de Bóers, gente que cazaba leones o que mataba zulúes para defenderse. Yo me crié escuchando hablar sobre ellos. Mi papá se quería ir a vivir a Sudáfrica, pero se volvió porque a mi mamá no le gustaba. Yo me quede con ganas de conocerlo y cuando tuve la posibilidad económica viajé.
¿CÓMO FUE SU PRIMER VIAJE A ÁFRICA?
Cuando por fin pude juntar la plata para viajar a África me sentí como un niño en una juguetería.
Viajar a África siempre es una aventura porque nada te sale como lo planificas. Para recorrer desde la capital de Kenia 140 kilómetros hasta el Monte Kenia en ruta pavimentada demoras un día; porque la ruta está en mal estado, la gente camina por la carretera, cruzan animales. Dicen que en África nada funciona, todo se puede romper, pero a su vez todo tiene arreglo. Vos vas con una camioneta 4 x 4 y lo más probable es que se te rompa en el camino, y se te acerquen 5 o 6 a ayudarte, si no tenes gato se te acercan 10 y te levantan a mano, mientras otros te cambian la rueda.
¿CÓMO REALIZA LA DIFÍCIL TAREA DE ESCRIBIR?
En primer lugar, no tengo computadora en casa. Hay algunos elementos de la tecnología que no uso en mi vida habitual. No tengo radio, equipo de música, pero sí teléfono celular. Escribo en un cuaderno cuadriculado, con una birome BIC negra y voy borrando con liquid paper. Eso me permite escribir mientras viajo. La secretaria de mi academia de ingreso a medicina se ocupa de pasarlos en computadora para que luego sean enviadas a la editorial.
Aunque a veces sufro percances. Hace poco se me abrió el pote de protector solar en la mochila. El líquido se fue comiendo parte de las hojas y ahora no puedo saber lo que había escrito. Son cosas que me pasan a mí nomás.
COMPARTIRÍA POR FAVOR CON NOSOTROS: ¿QUE SINTIÓ EN EL KILIMANJARO? ¿TUVO QUE VER EN ALGO LA OBRA DE HEMINGWAY CON SU DESEO DE LLEGAR ALLÍ?
En 2001, después que ascendí al Kilinmanjaro empezó mi sueño de ser escritor. Subí acompañado por nativos de la tribu Chaggas, que a la noche se reúnen alrededor del fuego y cuentan historias. Justamente, el que lo hace es muy respetado, es alguien muy importante para ellos. Cuando me tocó a mí decidí contarles lo que estaba pasando en Argentina. Era la época de los 5 presidentes en pocas semanas. Ellos me dijeron “usted es un buen contador de historias”, entonces cuando estuve de vuelta en el país me planteé ¿Por qué no? Y me puse a escribir mi primera novela: África, hombres como dioses.
A Hemingway lo admiro mucho. No tanto como escribe. Me gusta como era. Cazaba, era aventurero, boxeador.
De chico, además de hacer todo lo que hacen los demás chicos, me la pasaba leyendo. Leo, desde entonces dos o tres libros por semana. Casi siempre libros destinados a entretener.
Tengo alrededor de 400 libros destinados solamente a África. Mi mayor admiración es a Wilbur Smith. Con la lectura iniciaron mis deseos de viajar.
(FIN DE LA PRIMERA PARTE)
Lía Olga Herrera Soto
No hay comentarios.:
Publicar un comentario