La
Oscuridad se cierne
sobre
la Ciudad Maldita
y la
lluvia perezosa
esquiva
las preguntas.
En
la vieja Praga,
por
si acaso,
el Poeta lee a Rilke
y se persigna . . .
La Invernal
Ventisca
matará
a la Rosa,
Pero
no, a la Idea
de
la Rosa . . .
¡¡Si
Kafka leyera a Rilke!!
Lía Olga Herrera Soto
No hay comentarios.:
Publicar un comentario