domingo, 31 de mayo de 2015

El Amor y otras Soledades XXII

Una puñalada oscura
sentí en mis carnes.
Horrenda golpeó 
mi costado izquierdo.

Un oscuro compás de amante
de aletargado sueño,
secó el riachuelo
de mi vida en celo.

Una puñalada oscura
resultó tu beso.
Quebradas mis alas
no puedo levantar vuelo.
   Lía Olga Herrera Soto

No hay comentarios.:

Publicar un comentario