¿Cuántas veces
escuchamos decir que el Amor ha pasado por la vida de una persona y esta no ha
podido verlo? Con esa pregunta en mi
cabeza comencé la lectura de “Los Puentes de Madison County”.
Sinceramente, quise adentrarme en el libro porque quería saber si era mejor la
película o no. Todavía no me decido al respecto.
El libro de Robert James Waller es
una lectura ideal en el colectivo o en el tren, si a una no le molesta que la
vean llorar en público.
Como me levanto cada mañana de lunes a viernes a las
4:40 horas y salgo hacia mi trabajo a las 6:15 horas esa circunstancia no es un
problema para mí. Todo lo contrario. Lo confieso es mi momento de paz.
Esta obra me dejo una gran enseñanza: “No
está bien vivir para uno mismo y tampoco está bien vivir sólo para los demás”.
Amig@s mi@s les invito a visitar la biblioteca pública más cercana y
buscar su propia enseñanza. Vamos a ver si nos ponemos de acuerdo o no.
Por cierto fui a la Iglesia y encendí una
vela por Robert Kincaid y su amada Francesca. Espero que al igual que Beatriz y
Dante se encuentren juntos en el Paraíso.
Lía Olga Herrera Soto
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