Stefan Zweig fue el
autor más indefenso. Al igual que el magnífico Sandor Marai fue testigo
del surgimiento del fascismo, del nazismo y del nacionalismo.
En sus propias palabras podríamos decir que se convirtió en “testigo indefenso e impotente de la
inconcebible caída de la Humanidad en una barbarie como no se había visto en
tiempos y que esgrimía su dogma deliberado y programático de la anti humanidad”.
Es por eso que deseo
comentarles uno de sus libros, propiedad de mi Hermana Aibel, llamado
“Veinticuatro horas de la vida de una mujer”.
A nadie extraña ya, que siendo yo mujer, me
interese en la Vida de la minoría de Nosotras. Una Mujer es una Caja de Pandora
de la cual siempre sale triunfante la Esperanza. Sea de China, Austria o de la
Luna, una Mujer y una Buena Historia sobre Ella, ganará mi Corazón.
“Veinticuatro horas en la vida de una mujer” es una obra
breve, pero Impresionante. Es la Historia de una Mujer en la que se entrelazan los Seres que ama.
La obra de Zweig transcurre en 158 intensas páginas porque
incluye además la obra “Amok”.
“Amok” nos cuenta el fenómeno espeluznante de la Locura en la cual
un Hombre ataca, matando a todo el Mundo hasta que finalmente, alguien acaba
con Él. También, nos cuenta Zweig, el Infeliz puede caer como rabioso,
exhausto, brotando espuma de su boca. ¿Se trata de una explicación de Hitler?
Este libro con las dos Historias fue publicado por
primera vez en Argentina en el año 1963. Recuerden que Zweig y su segunda esposa se suicidaron el 22 de febrero
de 1942 en Petrópolis, Brasil. Angustiados, Perseguidos y Devastados por el
Nazismo del cual habían planeado una Última Huida.
Mi ejemplar es de 1985 y pertenece a HYSPAMERICA
Ediciones. Puede encontrarse en
Bibliotecas Públicas para su consulta gratuita. Buena lectura!!
Lía Olga Herrera Soto
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