Halloween es una
expresión inglesa “All Hallows’ Even”. Significa “Víspera de todos los Santos”.
Es una fiesta en franca expansión, ya que, gracias a la globalización se
festeja cada vez más en países no anglosajones.
Su origen es el Samhain, celebración celta del final
de la temporada de cosechas. Era una especie de Año Nuevo.
Cuentan los días del tiempo que: “Los antiguos celtas creían que la línea que une a este mundo con el Otro Mundo se estrechaba con
la llegada del Samhain, permitiendo a los espíritus (tanto benévolos como
malévolos) pasar a través. Los ancestros familiares eran invitados
y homenajeados mientras que los espíritus dañinos eran alejados, (…) el uso de trajes y máscaras se debe a la
necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos”.
La necesidad de disfrazarse tiene que ver con la utilización de algún
tipo de camuflaje, para que despistados, los espíritus malignos no nos dañen.
En cada país se festeja de distinta manera. En los barrios elegantes de
Buenos Aires se hacen Fiestas Increíbles, mientras que, en los barrios
petiteros del conurbano ya puede verse a los niños disfrazados ir a buscar
dulces en casas de amigos y allegados de sus familias.
La desconfianza ante el avance de la droga en nuestra sociedad nos ha
vuelto muy prudentes sobre a quién le piden nuestros niños y niñas los dulces y
a quién no. Así las criaturas visitan
dos o tres casas que pertenecer a familias que gozan de nuestra absoluta
confianza y para de contar.
El problema y el descontrol lo viven muchos adolescentes en los bailes
del conurbano bonaerense. Si demasiados jovencitos se desatan en casi todas las
previas, de casi todos los fines de semana del año: ¿Saben lo triste que es ver
como vuelven a sus casas desde las discos después de festejar Halloween?
En el 90 por ciento de los
locales no se vende alcohol a los menores de edad. Así que, los menores
convencen a un chico o a una chica mayor de edad para que le compren el
alcohol. La desatención de los padres siempre empeora el problema. Por tal
motivo, toda fiesta, especialmente
Halloween, debe ser una oportunidad para los padres y docentes que deseen acercarse a nuestros
jóvenes para conocerlos mejor, para guiarlos, para ayudarles a cuidarse y a
cuidar al Otro.
No son estos tiempos para dejar solos a nuestros muchachos y muchachas.
Hablen con ellos. Las primeras veces nos van a sacar corriendo, pero a la
larga, vendrán a hablarnos si saben que queremos escuchar lo que ellos tienen
que decir.
Lía Olga Herrera Soto
No hay comentarios.:
Publicar un comentario